Comprendiendo el desarrollo de equipos en el contexto empresarial

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El trabajo en equipo es uno de los puntos más importantes cuando se habla sobre eficiencia organizativa. En una empresa, el trabajo en equipo se da cuando varias personas trabajan juntas para conseguir un objetivo común, en busca del beneficio corporativo. Esta forma de trabajar permite crear sinergias, generar proactividad, estructuras más horizontales, estimular las relaciones interpersonales… ¡Son todo ventajas!

Pero como todo engranaje, un equipo necesita tiempo para poder rendir al máximo, ya que requiere superar diferentes fases antes trabajar de forma cohesionada. Todo este trayecto está dividido en varias fases y se conoce como desarrollo de equipo. Pero, ¿qué es exactamente el desarrollo de equipo? En este post repasamos las diferentes etapas de este desarrollo y la importancia de los líderes en el correcto funcionamiento del trabajo grupal. ¿Quieres saber más? ¡Sigue leyendo!

¿Qué es el desarrollo de equipos?

El desarrollo de equipos se centra en apoyar y capacitar a los trabajadores para que desarrollen un trabajo de mayor impacto. Cuando las personas que forman un equipo se sienten cómodas entre sí, tendrán más facilidades para colaborar juntas. Si, en cambio, presentan problemas para cooperar, tardarán más tiempo en hacer su labor.

Bruce Tuckman, psicólogo americano, fue el primero en acuñar este nombre y registrar las diferentes etapas en las que se compone el desarrollo en equipo. Su investigación, recogida en el ensayo “Developmental sequence in small groups” (Secuencia de desarrollo en grupos pequeños), analizó cómo un grupo de extraños pasa por diferentes fases antes de llegar a ser un grupo de gran rendimiento.

Etapas del desarrollo de equipos

En concreto, Tuckman estableció cinco etapas diferentes: formación, conflicto, normalización, desempeño y finalización/disolución.

Etapa 1: Formación – Cimientos para el éxito

La etapa inicial de un equipo es la formación. Los miembros apenas se conocen y no tienen mucha seguridad a la hora de interactuar entre ellos. En esta etapa, el grupo se caracteriza por ser poco productivo, porque cada persona se está adaptando y descubriendo el rol que le tocará desempeñar dentro del equipo.

Etapa 2: Conflicto – Aprendiendo a trabajar en equipo

En este punto, los miembros del equipo aprenden a trabajar juntos. Como todavía no está claramente definido qué papel tomará cada individuo dentro del grupo, en esta fase las relaciones suelen crear conflictos, ya que cada miembro pelea por encontrar el rol adecuado para sí mismo.
Las diferentes personalidades de cada persona y su forma de ver cómo debería progresar el proyecto suele llevar a ciertas disputas.

Etapa 3: Normalización – Formando la cohesión del grupo

Cuando el equipo encuentra su ritmo, todo comienza a estabilizarse. Los trabajadores se sienten cómodos cooperando juntos: pidiendo ayuda para realizar una tarea, recibiendo feedback constructivo…

Así, la productividad del grupo aumenta en esta fase, a medida que el equipo se va familiarizando con el resto de sus compañeros y sus formas de trabajar. El equipo, en su conjunto, va siendo más eficiente.

Etapa 4: Desempeño – Alcanzando el máximo potencial

En este punto, el grupo ya se siente unido y todas las personas que lo forman trabajan juntas para conseguir un objetivo común, alcanzando su máximo potencial. El equipo sigue con total fluidez los flujos de trabajo establecidos. Esta fase es el culmen en el desarrollo de equipos, por lo que el objetivo de los líderes ha de ser alcanzarla lo más rápido posible.

Etapa 5: Disolución del equipo

Conocida como la etapa de duelo, al ser la fase final de un equipo, cuando finaliza un proyecto o el grupo se disuelve. De hecho, es natural que los miembros que forman el grupo tengan dificultades para trabajar con otros equipos, al haber conseguido una fuerte dinámica grupal.

En esta fase final, los buenos líderes aprovechan para felicitar al equipo por el desempeño, elogiando los logros de cada miembro del grupo.

fases del desarrollo de equipos

Cómo guiar a tu equipo en cada etapa: estrategias prácticas

Al formar un grupo de trabajo nuevo, es importante tener en consideración las cinco etapas del desarrollo, para ayudar a cada miembro a alcanzar su máximo potencial dentro del equipo. Aunque no existe ninguna fórmula única para conseguir la cohesión de un grupo de trabajo, hay dinámicas que ayudan a conseguirlo.

No evitar los conflictos

Fijar una colaboración grupal desde la formación del equipo puede ayudar a reducir, o incluso evitar, la aparición de conflictos. Sin embargo, esto no quiere decir que no vaya a producirse ninguno. De hecho, los desacuerdos pueden llegar a ser importantes para estimular la buena colaboración grupal.

Por ello, cuando se produzcan conflictos, es más interesante resolverlos que tratar de evitarlos. Si los miembros del equipo ya tienen habilidades colaborativas, estos conflictos pueden resolverse de forma más sencilla y rápida.

Abordar conflictos asertivamente

Resolver conflictos es un método muy válido para formar un lugar de trabajo honesto y sin prejuicios. El líder será quien deba establecer los estándares para resolver los problemas internos del equipo. En definitiva, un grupo que trabaja conjuntamente para solventar problemas disfrutará de una mayor confianza mutua.

Establecer el objetivo del equipo

Incluso antes de comenzar a colaborar, es importante establecer un objetivo común. Te asegurarás de que todas las personas avanzan en la misma dirección persiguiendo un mismo fin. También es importante ofrecer a cada miembro un rol concreto para fijar desde el inicio una asignación de tareas claramente definida.

Definir un plan de comunicación

Crear un plan de comunicación permite al equipo saber cómo trasladará información relevante a los demás miembros. Cuando los planes de comunicación son eficientes, los empleados comprenden sus funciones, trabajan correctamente y saben acceder a cualquier información.

Con un plan de comunicación claramente establecido el equipo tendrá las herramientas necesarias para abordar los problemas con sus compañeros de forma constructiva.

Reforzar las fortalezas de cada miembro del equipo

El líder de equipo debe asignar responsabilidades y establecer roles, según las fortalezas de cada miembro. Reforzar las fortalezas individuales de cada trabajador permite un mejor trabajo en equipo, ya que cada uno tiene una función específica.

Liderazgo en el desarrollo de equipos: claves del éxito

Un buen líder es el cimiento fundamental de un equipo de alto rendimiento. Sin un liderazgo consolidado, los trabajadores tienen dificultades para tener un buen rendimiento. Pero, ¿qué habilidades esenciales debe tener un líder?

  • Habilidad comunicativa. Un buen líder debe saber comunicarse eficientemente. Para ello, tan importante como hablar es la escucha activa.
  • Empatía. Para gestionar la comunicación con cada miembro de forma personalizada y asertiva.
  • Inteligencia emocional. Capacidad para motivar a cada miembro y manejar adecuadamente las relaciones internas del equipo.
  • Pensamiento crítico. Analizar y evaluar cada proceso para tomar decisiones que ayuden a conseguir el objetivo establecido.
  • Coordinación. Manejar los tiempos eficientemente y alinear los esfuerzos de cada trabajador en la misma dirección.
  • Motivación e inspiración. Un buen líder debe inspirar y motivar a sus empleados para conseguir un alto rendimiento trabajando con comodidad.

Herramientas para el desarrollo de equipos

El buen funcionamiento de un equipo no depende únicamente de un líder eficiente y asertivo. En nuestro tiempo, seleccionar adecuadamente las herramientas para trabajar es fundamental para que el engranaje de un equipo funcione de forma correcta. ¿Cuáles es necesario considerar?

Herramientas para generar ideas, listas y mapas mentales

Una de las grandes fortalezas del trabajo en equipo son dinámicas como el brainstorming. La lluvia de ideas en grupo suele propiciar grandes planes, muy provechosos para la mejora de una empresa o un proyecto.

Herramientas como Todoist o MindMeister permiten recoger todas las ideas de un grupo de manera ordenada, jerárquica y visual. Con estas herramientas, podrás hacer listas y estimular la creatividad de tu equipo. Además de las citadas, existen herramientas de todo tipo, por lo que tendrás que considerar la que mejor se adapte al grupo.

Herramientas de gestión del tiempo

Sirven para optimizar procesos dentro del equipo y monitorizar el tiempo invertido en cada tarea. Son un apoyo fundamental para que los líderes puedan comprobar el esfuerzo que lleva la realización de cada labor por parte del grupo. Softwares como Rescue Time Teams o Sesame Time permiten gestionar la dedicación del equipo por proyectos y tareas para aumentar la productividad.

Herramientas en la nube

Son los softwares relacionados con la seguridad de los datos en el trabajo, los que permiten reuniones a distancia o almacenar archivos. Como hay miles de programas con diferentes tipos de funcionalidades, cada uno de ellos tienen un fin, aunque su objetivo principal es mejorar la organización y productividad del equipo.
Pueden citarse programas como Microsoft Teams, que permite agrupar a todos los miembros de un equipo en diferentes chats, salas virtuales y reuniones; o Google Drive, herramienta para guardar archivos, compartir documentos y crear espacios de trabajo.

Herramientas de gestión de empleados y cultura empresarial

Permiten categorizar la productividad de cada miembro, entender el comportamiento de cada uno, ingresar nuevos empleados y trabajar en la cultura laboral de una empresa.

Softwares como ActivTrak ayudan a analizar el comportamiento de los empleados, ofreciendo datos para mejorar procesos fundamentados en datos objetivos.

Herramientas para favorecer la formación del equipo

Uno de los puntos más importantes para que un empleado se sienta valorado es favorecer su formación. Esto le permitirá crecer dentro de la empresa y poder aspirar a nuevos retos, estimulando su motivación.

Pero no vale simplemente conformarse con formar al equipo. Tan importante como facilitar su formación, es hacerlo con cursos de valor, ágiles y amenos, para estimular su aprendizaje.

En los últimos tiempos, además, el desarrollo de habilidades blandas se ha demostrado como uno de los puntos más importantes para el trabajo en equipo y el éxito empresarial. En este sentido, es también muy relevante contar con un catálogo de cursos completo que responda a las necesidades de todo tipo de perfiles, para impulsar el upskilling de cada miembro del equipo.

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Sara De la Torre

CONTENIDO CREADO POR:

Sara De la Torre

Content Marketing Manager at isEazy

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