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Cómo mejorar la experiencia formativa en tu empresa con un LXP
julio 30, 2024
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En el momento actual, las empresas se enfrentan a cambios importantes relacionados con la manera en que se imparte formación a sus empleados. La evolución de la tecnología, las nuevas metodologías de aprendizaje y un mayor enfoque en el desarrollo de habilidades han impulsado a las organizaciones a ofrecer experiencias de aprendizaje más atractivas y, sobre todo, efectivas, que potencien el crecimiento y desarrollo de sus equipos.
En este contexto, las plataformas e-learning son el mejor aliado, proporcionando herramientas avanzadas para la formación y el desarrollo continuo. Pero, con tantas opciones disponibles en el mercado, ¿cómo elegir la ideal para tu empresa? En este post, exploraremos dos de las tipologías más importantes: los sistemas de gestión del aprendizaje (LMS) y las plataformas de experiencia de aprendizaje (LXP). Aunque ambas comparten objetivos similares, sus enfoques y beneficios son distintos y pueden ser determinantes en la efectividad de tu estrategia de formación. ¿Comenzamos?
Un sistema de gestión del aprendizaje (LMS) es una plataforma e-learning diseñada para la gestión, entrega y seguimiento de contenidos de aprendizaje y desarrollo. En otras palabras, los LMS permiten a las empresas centralizar la administración de cursos y programas de formación, facilitando el seguimiento del progreso de los empleados y el cumplimiento de los objetivos de aprendizaje.
La existencia de estos sistemas no supone ninguna novedad para las empresas. De hecho, el 83% de las organizaciones utilizan actualmente un LMS en sus estrategias de formación. Sin embargo, investigaciones recientes apuntan hacia un aumento en su uso durante los últimos tres años, destacando que, para finales del 2025, el mercado mundial de LMS alcanzará un valor de 28 mil millones de dólares.
Por su parte, una plataforma de experiencia de aprendizaje (LXP) es una plataforma diseñada para ofrecer una experiencia de aprendizaje personalizada y centrada en el usuario. A diferencia de un LMS, que suele enfocarse en las necesidades del departamento de L&D para impartir diferentes tipos de formación, un LXP pone el control en manos de los empleados, permitiéndoles dirigir su propio aprendizaje de manera más autónoma y flexible.
Si bien, el mercado de LXP (actualmente valorado en 500 millones de dólares) no es tan grande como el de LMS, su tasa de crecimiento anual se proyecta en un 50%, razón por la cual los expertos creen que esta tecnología podría superar a los LMS en muy poco tiempo.
Pero ahora dejaremos de hablar de datos y hablaremos de esas funcionalidades, comencemos con las diferencias que existen entre estas dos plataformas:
Existen ciertas diferencias entre estads dos plataformas, algunas de las pricipales son:
La principal diferencia entre estas dos plataformas es el enfoque. Los LMS están diseñados principalmente para que los encargados de la formación puedan organizar y gestionar cursos y programas de formación de la manera más ágil, sencilla y eficiente. Los empleados acceden al contenido que les es asignado por sus gestores, siguiendo un camino de aprendizaje estructurado. Los LXP, por otro lado, están centrados en el usuario final, es decir, en los empleados. Estas plataformas permiten a los profesionales tomar el control de su aprendizaje, personalizando la experiencia según sus intereses y necesidades profesionales. La inteligencia artificial juega un papel crucial en la recomendación de contenido relevante, haciendo que el aprendizaje sea más intuitivo y atractivo.
Los LMS ofrecen rutas de aprendizaje predeterminadas y estructuradas, que son asignadas por los administradores. La personalización suele estar limitada a la configuración de esos caminos de aprendizaje y la asignación de cursos específicos.
Los LXP proporcionan una experiencia altamente personalizada. Utilizando algoritmos de inteligencia artificial, pueden recomendar contenido basado en el comportamiento y las preferencias del usuario, adaptándose continuamente a las necesidades cambiantes de los empleados.
Otra diferencia clave entre ambas plataformas es la capacidad para realizar seguimiento. Los LMS son las plataformas e-learning ideales para llevar un registro detallado del progreso de los alumnos en cursos específicos. Permiten a los administradores ver quién ha completado qué curso, las calificaciones obtenidas y el tiempo dedicado a cada módulo. Estas herramientas de análisis y reportes son esenciales para que los administradores y gestores de formación puedan monitorear el uso de la plataforma y el impacto del aprendizaje en el desempeño laboral.
Por su parte, los LXP al ser sistemas más flexibles en cuanto a la personalización de las rutas de aprendizaje, carecen de una estructura o itinerarios de aprendizaje claros que faciliten el seguimiento. Por lo cual, aunque también poseen funcionalidades para el análisis del proceso de aprendizaje, estas no poseen la misma profundidad o no son tan robustas como los LMS.
Los LMS priorizan una navegación más directa y dirigida a la finalización del curso, mientras que los LXP ofrecen experiencias de aprendizaje más adaptadas a las nuevas pautas de consumo de contenidos, incluyendo funciones de aprendizaje social, recomendaciones personalizadas, microaprendizaje y gamificación.
Ahora bien, los LMS y los LXP comparten ciertas similitudes también. Veámoslas:
Ambos tipos de plataformas están diseñados para facilitar el aprendizaje y el desarrollo de habilidades dentro de una organización. Tanto los LMS como los LXP tienen como objetivo principal mejorar la formación y el crecimiento profesional de los empleados, asegurando que estos adquieran las competencias necesarias para sus roles.
En términos de flexibilidad, tanto los LMS como los LXP están diseñados para poder acceder a ellos desde múltiples dispositivos, incluidos ordenadores, tablets y smartphones. Esto permite a los empleados acceder al contenido de aprendizaje en cualquier momento y lugar, fomentando así un entorno de aprendizaje continuo y adaptable a las necesidades individuales de cada usuario.
Tanto los LMS como los LXP ofrecen capacidades de integración con otras herramientas y sistemas empresariales, como ERP, CRM y sistemas de RR. HH. Esta integración facilita la gestión y sincronización de datos relacionados con la formación de los empleados, creando un ecosistema de aprendizaje más holístico y conectado.
En términos de evaluaciones y certificaciones, ambas plataformas permiten la creación y gestión de evaluaciones y certificaciones, asegurando que los empleados cumplan con los requisitos de formación y posean las competencias necesarias.
Por último, ambos sistemas soportan diversas modalidades de aprendizaje, incluyendo el aprendizaje en línea, el aprendizaje combinado (blended learning) y el aprendizaje presencial. Esto permite a los empleados elegir cómo y cuándo quieren aprender, adaptándose a sus preferencias y necesidades individuales.
La elección entre un LMS y un LXP puede ser determinante para el éxito de la estrategia de formación. Ambas plataformas ofrecen enfoques únicos, y la mejor opción dependerá de las necesidades específicas de tu empresa y de tus empleados. Para realizar una buena elección puedes comenzar haciéndote estas preguntas:
Si tu organización necesita cumplir con normativas estrictas y mantener registros detallados de formación, un LMS puede ser la mejor opción. Los LMS están diseñados para gestionar y administrar cursos de formación estructurados, incluyendo evaluaciones y certificaciones. Esto es ideal para formaciones en cumplimiento, en producto e incluso onboarding. Por otro lado, si buscas promover un aprendizaje autónomo y personalizado, un LXP es más adecuado. Los LXP, permiten a los empleados dirigir su propio desarrollo haciendo recomendaciones sobre contenido que podría interesarles y ofreciendo la libertad de explorar y aprender a su propio ritmo lo cual es especialmente útil en entornos dinámicos y creativos.
Los LXP generalmente ofrecen una interfaz moderna e intuitiva, similar a la de las redes sociales y plataformas de entretenimiento, haciendo que el aprendizaje sea atractivo y motivador para los empleados. Los LMS no se quedan atrás en términos de usabilidad, pero su interfaz está más enfocada en ofrecer una experiencia más estructurada y formal, con rutas de aprendizaje predeterminadas asignadas por los administradores.
La personalización es una de las principales ventajas de los LXP, que utilizan algoritmos para adaptar el contenido y las recomendaciones basadas en el comportamiento y las preferencias del usuario, permitiendo un aprendizaje más relevante y efectivo. Los LMS, aunque permiten la creación de rutas de aprendizaje específicas y la asignación de cursos a diferentes grupos de empleados, ofrecen menos flexibilidad en términos de personalización.
Responder a estas preguntas te ayudará a determinar si un LMS o un LXP es la mejor opción para tu organización. Evalúa cuidadosamente tus objetivos, la experiencia de usuario deseada y el nivel de personalización que deseas para tomar la decisión más adecuada.
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Un LMS está diseñado principalmente para gestionar y administrar cursos de formación estructurados, incluyendo evaluaciones y certificaciones. Es ideal para asegurar el cumplimiento normativo y mantener registros detallados de formación. Por otro lado, un LXP se centra en ofrecer una experiencia de aprendizaje personalizada y autónoma, utilizando algoritmos de inteligencia artificial para recomendar contenido relevante a los usuarios.
La elección depende de las necesidades específicas de tu organización. Si necesitas cumplir con normativas estrictas y mantener un control riguroso sobre la formación, un LMS es la mejor opción. Si buscas fomentar un aprendizaje más autónomo y personalizado, un LXP puede ser más adecuado. Sin embargo, plataformas como isEazy LMS combinan lo mejor de ambos mundos, ofreciendo una solución integral que puede satisfacer ambas necesidades.
Sí, existen soluciones como isEazy LMS que integran las funcionalidades de un LMS y un LXP en una sola plataforma. Esto permite a las organizaciones gestionar de manera eficiente sus procesos de formación y, al mismo tiempo, ofrecer una experiencia de aprendizaje atractiva y personalizada para los empleados.
Un LXP mejora la experiencia de aprendizaje al ofrecer una interfaz moderna e intuitiva, similar a la de las redes sociales. Utiliza inteligencia artificial para recomendar contenido relevante basado en las preferencias y el comportamiento del usuario. Esto hace que el aprendizaje sea más atractivo y motivador, fomentando una mayor participación y compromiso por parte de los empleados.
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