Estamos presenciando un periodo de importantes cambios a nivel tecnológico, donde la digitalización está abriendo un reclamo a nuevas habilidades y provocando que otras se tornen obsoletas rápidamente.
Poniendo la vista en el 2025, el World Economic Forum estima que el 50% de los empleados necesitará un upskilling y reskilling de sus habilidades. La formación continua va a ser, por tanto, la llave maestra que prepare a tus colaboradores para afrontar estos grandes retos.
¿Qué es reskilling y upskilling?
A medida que nos acercamos a estos cambios, va siendo cada vez más necesario que las empresas se aseguren de dotar al talento ya existente de las habilidades necesarias para ser exitosos. Y para ello existen dos estrategias de gestión de talento conocidas como reskilling y upskilling.
- Reskilling: Una estrategia que busca formar al empleado en las habilidades y competencias que necesitará para ampliar su expertise, con el fin de adaptar su perfil a un nuevo puesto laboral dentro de la empresa. Es lo que se conoce como reciclaje profesional.
- Upskilling: Hace referencia al proceso de capacitar a los empleados con nuevas habilidades y competencias para optimizar su desempeño dentro de la empresa.
Volver a formar a la fuerza laboral trae consigo numerosos beneficios en todos los escalones de la organización, desde los niveles profesionales más elevados, hasta la base de la pirámide organizacional:
- Mejora la lealtad de los empleados
- Favorece de la retención del talento
- Reduce los costes invertidos en planes de formación a nuevos empleados
- Estimula la comprensión de la cultura corporativa
- Fomenta la capacidad de adaptación al cambio
Diferencia entre reskilling y upskilling
La diferencia principal de estas dos estrategias radica en el objetivo de la formación. Mientras que el reskilling abre oportunidades para cambiar de puesto, función laboral o incluso apostar por nuevas vías profesionales. El upskilling da valor al perfil del empleado dentro de la empresa en un momento en el que nos encontramos inmersos en un entorno en constante cambio y evolución.
Así que podríamos decir que, el upskilling ofrece trabajadores más especializados y el reskilling más versátiles o polifacéticos.
Otra de las grandes diferencias reside en la elección de las habilidades. En una entrevista para BBVA, Elisabet Bierge, socia y directora de negocios de Adqualis Executive Search, asegura que el reskilling prepara o recicla al profesional para que asuma una tarea para la cual ya posee soft skills o habilidades blandas, más no posee hard skills o competencias técnicas.
Por lo cual, el reskilling centra sus esfuerzos en que el profesional aprenda habilidades técnicas para usarlas en su nuevo rol. En cambio, el upskilling refuerza las soft skills de modo que el empleado pueda tomar mayor responsabilidad, y además perfeccionar o incorporar nuevas perspectivas al trabajo que ya realiza.
¿Por qué es importante el upskilling?
Priorizar el upskilling es vital para generar ventajas competitivas en el mercado. A través de esta estrategia es posible responder a la necesidad de herramientas de liderazgo y garantizar la longevidad de ciertas carreras.
En una encuesta realizada por McKinsey, el 53% de los líderes indicó que desarrollar habilidades era la mejor forma de cerrar las brechas de competencias.
Además, el upskilling fomenta la cultura de aprendizaje en las empresas y ayuda a distinguirse del resto de la competencia porque transforma a una plantilla en agentes ágiles, diversos y creativos que constantemente perfeccionan y adquieren nuevas habilidades.
10 habilidades que debes potenciar para el futuro
El informe The Future of Jobs Report 2020, elaborado por el Foro Económico Mundial, muestra las habilidades y grupos de habilidades con demanda creciente para 2025. Poniendo especial énfasis en las habilidades de autogestión como la resiliencia, tolerancia al estrés y el aprendizaje, entre otras, como necesarias para los trabajos del mañana. Las repasamos a continuación:
#1 Pensamiento analítico y capacidad de innovación
No es de extrañar que esta sea la primera habilidad de la lista, especialmente después de haber atravesado una pandemia y los cambios en el sector laboral que se produjeron.
Con pensamiento analítico e innovación nos referimos a saber entender el contexto que nos rodea. Aprender a segmentar los problemas y mejorar aquellas formas de pensamiento que faciliten la resolución de los problemas y la toma de decisiones.
#2 Aprendizaje activo y estrategias de aprendizaje
El aprendizaje activo se enfoca en la participación del discípulo en el proceso de aprendizaje, para desarrollar habilidades como el análisis, la síntesis de la información y con ello la resolución de problemas. Esta es una habilidad valiosa dentro de una empresa, ya que mejora la dinámica y los niveles de productividad.
#3 Capacidad para solucionar problemas complejos
Según la encuesta Soft skills 4 talent, realizada por ManpowerGroup, la resolución de problemas es la habilidad más valorada para el 69% de los responsables de recursos humanos.
Un empleado con esta habilidad es un activo valioso para cualquier empresa porque frente a una situación actúa rápidamente. Esta capacidad permite identificar el problema, buscar todas las soluciones posibles y valorar las consecuencias positivas y negativas para elegir la que mejor se adapte a la empresa. Siempre manteniendo el foco en la resolución, y no en el problema como tal.
#4 Pensamiento crítico y análisis
El pensamiento crítico permite realizar juicios o dar opiniones, basándose en el análisis de diferentes evidencias, puntos de vista y fuentes de información. Un trabajador con pensamiento crítico se perfila como un buen líder o persona de confianza, porque identifica posibles problemas, analiza escenarios y sugiere acciones que mantienen el enfoque hacia el logro de objetivos.
#5 Creatividad, originalidad e iniciativa
También está relacionado con el pensamiento crítico. Un empleado con iniciativa y creatividad no se limita a acatar instrucciones, sino que plantea oportunidades. Las empresas buscan cada vez más profesionales con capacidad creativa, originalidad e iniciativa, que se adapten fácilmente a un entorno cambiante y que les ayuden a entender qué es lo que sus clientes necesitan.
#6 Liderazgo e influencia social
Aunque una persona es capaz de ejercer influencia sobre otra sin tener una posición de liderazgo, un líder es incapaz de manejar o dirigir un equipo si no cuenta con la habilidad de influir en los demás.
El liderazgo de influencia es importante para trabajar las ideas de las personas, haciendo posible que estas estén alineadas con las estrategias de la empresa. De modo que un profesional que cuenta con estas habilidades logra que su equipo de trabajo adopte los valores, la misión y la cultura de la empresa.
#7 Uso de la tecnología
Las habilidades técnicas son tan importantes como las blandas, y entre ellas, el uso de la tecnología es esencial en la actualidad. Las empresas demandan cada vez más candidatos preparados para afrontar los nuevos retos que la tecnología ha impuesto, por lo tanto, el futuro del empleo no puede ser concebido sin profesionales con la habilidad de manejarla.
#8 Inteligencia emocional
Es una de las habilidades comunicativas que un buen líder debe manejar para poder construir equipos y entornos de trabajo de alto rendimiento. La actualidad demanda profesionales, que además de poseer conocimientos técnicos, tengan empatía, adaptabilidad y la capacidad de entender a su equipo.
La inteligencia emocional abarca el autocontrol, el enfoque de las emociones hacia la consecución de objetivos, la comunicación asertiva y la escucha activa. Y no es de extrañar que esta sea una habilidad altamente demandada por las empresas, ya que según un estudio de Capgemini, las organizaciones con empleados con altas capacidad de IE obtienen un 20% más de beneficios.
#9 Resiliencia, tolerancia al estrés y flexibilidad
Otra de las habilidades que han quedado en evidencia por su necesidad en las empresas después de la pandemia. Favorecen la satisfacción laboral, el compromiso organizacional y la sensación de control.
#10 Capacidad de razonamiento
Por último, esta habilidad esencial para la mayoría de los puestos de trabajo está relacionada con la inteligencia y el potencial de aprendizaje. Un profesional con capacidad de razonamiento puede resolver problemas en menor tiempo, incluso cuando estos se vuelvan cada vez más difíciles.
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¿Cómo mejorar las habilidades de tus profesionales en los próximos años?
Actualmente, las empresas deben implementar metodologías ágiles e innovadoras que se adapten al estilo de vida de los empleados. La clave es ponérselo fácil a una plantilla que busca un equilibrio entre su vida laboral y profesional. Por ello, además de poner a su disposición un plan de desarrollo de talento, los empleados deben poder elegir cuándo y dónde realizar su formación.
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