La inteligencia artificial (IA) está cambiando el mundo tal como lo conocemos y el lugar de trabajo no es una excepción. Al automatizar y simplificar los procesos, está causando una revolución que ya está afectando a la estructura organizativa de algunas empresas, así como a las tareas que actualmente realizan sus empleados. Pero, mientras muchos temen un futuro en el que la IA elimine a los humanos de la fuerza laboral, otros reconocen que genera, más que nunca, la necesidad de un “enfoque más humano”. Ahí es donde entran las soft skills.
También conocidas como power skills, por su relevancia en el mundo laboral, son habilidades como la comunicación o el liderazgo, imprescindibles para cualquier organización. A diferencia de las hard skills, las habilidades técnicas necesarias para un rol específico, las soft skills son universales y, lo que es más importante, proporcionan a una empresa beneficios que la inteligencia artificial no puede ofrecer.
