Los primeros días dentro de una compañía son cruciales. Un buen onboarding puede ser la pieza clave para conseguir que tus colaboradores se sientan integrados y motivados. Pero… ¿en qué consiste el onboarding y cómo llevarlo a cabo de manera eficaz? A continuación, te damos 7 consejos para hacer que la bienvenida de cada uno de tus colaboradores sea un proceso eficiente, motivador y… ¡sorprendente!
7 consejos para un programa de bienvenida… ¡wow! 😮
#1 Disponible en cualquier momento y en cualquier lugar
El mundo en el que vivimos es digital. Prácticamente todo lo que hacemos pasa, antes o después, por una pantalla. ¿Por qué no aprovecharnos? Hagamos que nuestros colaboradores tengan la posibilidad de consultar la información que les demos en cualquier momento y en cualquier lugar.
Para ello, ¿qué mejor manera que combinar las comunicaciones presenciales con el uso de una app interactiva? Así, cuando vuelven a casa en el metro, durante la comida o mientras esperan a que empiece el capítulo de su serie favorita, podrán consultar las características de su nueva empresa y puesto de trabajo.
#2 Mensajes claros, directos y atractivos
En un onboarding las ideas que transmitamos deben ser efectivas y fáciles de entender. Tenemos que conseguir minimizar esa confusión inicial que pueden sentir nuestros colaboradores. Una cantidad ingente de información, procesos complejos o mensajes difíciles de entender pueden conseguir un efecto negativo.
Por ello, qué mejor manera que elaborar ideas sencillas, potentes y, ¿por qué no? acompañadas de un diseño atractivo. Así conseguiremos, por un lado, generar interés en tus nuevos empleados, y, por otro lado, que asimilen fácilmente las ideas que les queremos transmitir.
#3 Gamificado
La gamificación ha llegado para quedarse. Si la añadimos a nuestro proceso de onboarding conseguiremos aumentar la motivación y entrega de nuestros colaboradores. Imagínatelo: obtener premios por consultar tu documentación, hacer un juego de preguntas con las ideas más importantes que quieres transmitir, elaborar un ranking con los que más saben…
Todo ello con un único objetivo. Transformar un proceso que, hasta hace unos años, podía resultar tedioso y aburrido, y convertirlo en un camino en el que las nuevas incorporaciones aprendan, de forma divertida, todo lo necesario para integrarse en nuestro equipo.
#4 Un proceso continuo
Debemos cambiar la idea de que el onboarding es una tarea a corto plazo. Dos semanas o un mes no es suficiente para que un colaborador conozca todas las características de su puesto de trabajo o los valores de la compañía, incluso, ¡dónde están cada una de las salas del edificio!
Nuestro proceso de bienvenida debe ser un proceso que se alargue en el tiempo durante, al menos, un año. A partir de unas primeras fases donde la comunicación directa y presencial sera la protagonista, podemos pasar a una comunicación más pasiva donde, a través de una app, nuestros colaboradores puedan recibir nuevas informaciones y consultar las que ya hayan recibido.
#5 Personalizado para cada perfil
No debemos caer en el error de pensar que es suficiente con generar un mismo proceso de onboarding para todos y cada uno de los perfiles que forman parte de nuestra compañía. Adaptarnos y ser flexibles puede marcar la diferencia. Está claro que hay mensajes que son comunes para todo el mundo, pero otros no y es ahí donde debemos hacer hincapié.
Si un colaborador percibe que su proceso de onboarding está personalizado y se dirige a él personalmente, va a sentir que forma parte de algo. Así, se convierte en fundamental, adaptar toda la documentación, formación y comunicación al tipo de perfil al que nos queramos dirigir.
#6 Siempre actualizado
Igual que sucede en otros ámbitos, la primera impresión es la que cuenta. Por eso, nuestro programa de bienvenida es nuestra carta de presentación de cara a los nuevos colaboradores. Mejor dar una imagen de empresa molona e innovadora, ¿verdad?
Para ello es fundamental que el proceso esté siempre a la última. No solo en cuanto a herramientas y procesos, también en cuanto a documentación. Esta será la mejor manera de conseguir que sea eficaz y evitaremos transmitir ideas obsoletas.
#7 Comunicación con el resto de los compañeros
Aunque es muy importante fomentar la relación colaborador-compañía, no es lo único que debemos conseguir con nuestro proceso de onboarding. Es igual o más importante fomentar la relación colaborador-colaborador. Favorecer la comunicación entre compañeros, nuevos y no tan nuevos, nos ayudará a integrar a los nuevos profesionales.
Al fin y al cabo, el ambiente de trabajo es un factor que las personas tenemos muy en cuenta para tomar la decisión de permanecer o no dentro de una compañía. Si favorecemos ese buen ambiente desde el principio, llevamos buena parte del camino hecho.
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