Adaptarse de nuevo a las reuniones presenciales, gestionar conflictos cara a cara, superar el temor a contagiarse… Para muchos profesionales puede resultar complicada la vuelta a la oficina después de más de un año y medio teletrabajando. Por eso, viendo cómo evoluciona la nueva realidad laboral en la era post-Covid, muchas compañías han tenido que enfrentarse al ejercicio de re-imaginar su espacio de trabajo.
Combinar presencialidad con teletrabajo parece ser una de las grandes apuestas de la mayoría de las compañías. De hecho, según el Segundo Informe sobre Nuevas Formas de Trabajar en España de Boston Consulting Group y enClave de Personas, el 93% de los directivos quiere mantener un modelo de trabajo híbrido a partir de ahora. ¿Sus ventajas? Se adapta mejor a las necesidades de cada trabajador, disminuye su gasto en transporte y facilita la conciliación con la vida familiar. Pero no solo genera beneficios para ellos. Si se gestiona adecuadamente, puede suponer un aumento de la productividad en la compañía.
A continuación, te ofrecemos un listado con las habilidades clave para que el mix entre teletrabajo y presencialidad funcione (¡de verdad!) en tu empresa.
Habilidades esenciales para gestionar un entorno de trabajo híbrido
1. Guiar a través del coaching
En entornos de trabajo híbrido, se corre el riesgo de perder la conexión con los empleados. En especial con los que están teletrabajando. Por eso, es importante que se sientan acompañados a través del coaching y de un feedback eficaz que facilite su motivación, rendimiento y compromiso.
2. Liderar reuniones efectivas
Ahora que algunos profesionales trabajan en remoto, es esencial planificar correctamente las reuniones para que se convierten en una inversión, y no en un gasto mal optimizado. Para ello, es importante tener en cuenta los posibles imprevistos (mala conexión a internet, fallos en el audio, diferencias horarias…), y establecer una agenda clara para que los asistentes sepan los objetivos de la reunión.
3. Motivar desde la inclusión
Es posible que tus empleados se sientan inseguros ante los cambios provocados por la adopción de un modelo de trabajo híbrido. Por ello, es importante que sepas motivar a tu equipo sin dejar a nadie atrás, siendo consciente de que algunos perfiles pueden tener más dificultades de adaptación.
4. Saber delegar
Para dirigir con éxito un entorno de trabajo híbrido, deberás ser capaz de garantizar el compromiso y crecimiento de tus colaboradores mediante la delegación de tareas y procesos. Así, todos se comprometerán con los objetivos de la organización y ganarán en autoconfianza y motivación.
5. Superar las dificultades de comunicación y coordinación
En un entorno de trabajo híbrido, es común tomar decisiones sin que esté todo el equipo ‘presente’ o que se pierda información importante por el camino. Para mantenerlos a todos alineados, crea espacios de comunicación presenciales y digitales que te ayuden a mantener una comunicación fluida y eficaz.
6. Gestionar conflictos eficazmente
Las distintas opiniones y maneras de ser de tus empleados pueden provocar malentendidos entre ellos. Además, con la falta de contacto físico todo se magnifica. Para evitar que esta situación se convierta en un conflicto mal gestionado, es fundamental que desarrolles habilidades como la empatía, la negociación o la asertividad. De este modo, podrás anticiparte, resolver y minimizar las posibles consecuencias negativas que puedan surgir del mismo.
Entrenar ciertos comportamientos a través de la formación en soft skills es imprescindible para adaptarse a los nuevos entornos. Y no hablamos solo de los empleados, sino también de los líderes. Ambos deben desarrollar sus habilidades para seguir impulsando su negocio y sacar el máximo partido de sus capacidades.